El sistema tributario en el Uruguay ha nacido y se mantiene, bajo el Principio de la Fuente como contraposición al Principio de la Renta Mundial, adoptado en la generalidad de los países del mundo y de la región.
Bajo este criterio, nuestro sistema solo grava los bienes radicados dentro de nuestro territorio nacional y las rentas obtenidas de dichos bienes generadas en él, sin importar si el inversor tiene o no, otras inversiones, actividades o rentas fuera de nuestro país.
A partir del 1 de julio de 2007, ha entrado en vigencia una reforma tributaria, que ha incorporado el Impuesto a la Renta de los no Residentes (IRNR). Se trata de una tasa fija del 12% anual, sobre las rentas obtenidas por no residentes, sobre bienes radicados en el Uruguay o actividades desarrolladas dentro del territorio nacional. Para el caso de las rentas obtenidas por arrendamientos (rurales y urbanos) la tasa se convierte en 10,50%.
Asimismo, nuestra tributación es muy favorable a la actividad agropecuaria, en virtud de que la tierra –explotada- se encuentra exonerada del Impuesto al Patrimonio. Igual tratamiento recibe la tenencia de los semovientes y su comercialización que no se encuentra gravada por el IVA, (Impuesto al Valor Agregado).
Es interesante destacar también, el régimen de Promoción de Inversiones, en donde se establecen exoneraciones del Impuesto a la Renta y del Impuesto al Patrimonio, por una determinada cantidad de ejercicios que pueden llegar hasta 25 años, de Proyectos de Inversión en diferentes áreas que sean beneficiosos para el país y deben estar previamente aprobados por el Poder Ejecutivo, bajo un régimen que goza de celeridad.
Información preparada para Live Uruguay por la Cra. Ma. Gabriela Pintos. ESTUDIOPRO.
– Un marco jurídico de total seguridad para el inversor.
– La facilidad, rapidez y bajo costo en la adquisición de “Sociedades Anónimas”, así como su seguridad en el funcionamiento de los organismos de control.
– Convenios prontos a ser firmados para evitar la doble imposición internacional con México, España, Portugal y la ratificación del ya existente con Alemania.
– Estabilidad política e institucional.
– Estabilidad social. No existen problemas raciales. El 97% de la población del Uruguay es de descendencia española e italiana, manteniendo un clima pacífico y seguro, tanto en las capitales como en el interior del país.
– Sin problemas climáticos en general, con la ventaja aún de la contra-temporada (hemisferio norte con el sur).